miércoles, 6 de mayo de 2015

Consciencia y compasión son inseparables.



 La cosmogonía de Ashiata Shiemash, denominado “El Terror de la Situación” (Relatos de Belcebú a su nieto), contiene la “quinta-esencia" de la enseñanza de Gurdjieff sobre la vida humana en el planeta Tierra.

SI EL HOMBRE HA DE LOGRAR SU DESTINO, DEBE EXONERARSE DE LA MANCHA DEL PECADO ORIGINAL, EXPRESADO COMO CONSECUENCIA DEL ÓRGANO “KUNDABUFFER”. Para esto el hombre debe trabajar, luchar y sufrir, pero ¿Dónde está el que deseo suficiente para despertar la necesidad de este trabajo?... La religión ortodoxa contesta que debe venir del Sagrado Impulso de la Fe, Amor y Esperanza. Pero la historia del género humano ha demostrado que estos impulsos son ineficaces contra de las Fuerzas del egoísmo, la vanidad, la autoestima, sugerencia y demás que afecta todo Bien que el hombre encuentra.
FE, ESPERANZA Y AMOR ESTÁN TAN DEFORMADOS QUE YA NO PUEDEN SERVIR COMO IMPULSO HACIA LA PERFECCIÓN PERSONAL ( HACIA LA LIBERACIÓN). GURDJIEFF NOS ENSEÑA QUE SOLAMENTE Y ÚNICAMENTE QUEDA UN IMPULSO SAGRADO PURO QUE SE ENCUENTRA EN LAS PROFUNDIDADES DE LA PSIQUE HUMANA. ÉSTE ES EL “SAGRADO IMPULSO DE LA CONSCIENCIA” QUE NO PUEDE DESTRUIRSE. ES IMPLANTADO POR LA DIVINA GRACIA.

Con respecto a esto, con un toque de delicadeza, Gurdjieff expone en una frase su doctrina de los sufrimientos de Dios: “Los factores para esta Consciencia surgen, en los seres vivos de “tres cerebros”, de la localización de las partículas de las “emanaciones de tristeza” de nuestro siempre-amante e interminablemente sufrido creador; esta es la causa por la que la fuente de manifestación de la “conciencia genuina” en los seres de tres-centros a veces se le llama “representante del creador” (Relatos de Belcebú).
La doctrina de compasión se encuentra dentro de otra fórmula verbal que manifiesta el pre-requisito para el proceso de purificación personal por la cual un ser puede convertirse en digno para ser reencontrado con la Fuente Primera de Todo lo Existente. EL PURGATORIO ES REPRESENTADO COMO UNA CONDICIÓN DE EXISTENCIA POSIBLE SÓLO PARA SERES QUE YA HAN ADQUIRIDO UNA INDIVIDUALIDAD INDEPENDIENTE, Y SE HAYAN PERFECCIONADO MÁS ALLÁ DE LA RAZÓN OBJETIVA DE LO QUE PUEDE PASAR, EN SU EXPERIENCIA, MÁS ALLÁ DE LAS LIMITACIONES DEL SISTEMA PLANETARIO EN EL QUE NACIERON.

Sin embargo estas aptitudes no son suficientes. Ni la fuerza interior de los liberados, ni su aspiración hacia la última perfección es suficiente; sin compasión hacia otros seres, no es posible progresar más. Todo esto se expresa en una fórmula verbal que consiste de las palabras que encontramos a la entrada principal del “Santo Planeta Purgatorio”, decretando lo siguiente:
“Sólo puede entrar aquel que se pone en lugar de los otros como resultado del trabajo”. “Cada uno de nosotros debe proponerse, como meta principal, convertirse en el curso de nuestra vida colectiva en un Maestro. Pero no un Maestro en el sentido y significado que esta palabra conlleva para el individuo actual sino en el sentido que un hombre cualquiera, gracias a sus “actos de devoción” hacia los de su alrededor,(en el sentido objetivo) — es decir, actos manifestados según los dictámenes de su propia y más pura Razón - adquiere en sí mismo ese “algo” que por sí solo restringe a todos los de su alrededor de hacer reverencias y llevar a cabo sus órdenes.” (Relatos de Belcebú).
La máxima satisfacción para el hombre es saber que ha pagado la deuda de su existencia, y es libre desde ese momento para servir el propósito por el que fue creado. Esto no significa que para Gurdjieff la vida esté reducida a una “autonegación”. La felicidad real del hombre es posible en cada etapa de su existencia.En los Relatos de Belcebú, Gurdjieff manifiesta: “La felicidad real del hombre solamente puede venir de una infelicidad, también real, que haya experimentado”.
No hay nada nuevo en los contenidos de esta cuestión. LO NUEVO Y NECESARIO PARA NUESTRO TIEMPO ES EL ÉNFASIS DEL PAGO INEVITABLE; GURDJIEFF NOS ENSEÑÓ QUE LA SABIDURÍA ESTÁ EN PAGAR POR ADELANTADO.

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