jueves, 20 de noviembre de 2014

Tres estados:

“El hombre tiene tres estados: En el primero no adora a Dios y sólo se preocupa del mundo. Después adquiere algo de conocimiento, vuelve el rostro y solamente adora a Dios. Más adelante se calla y ya no dice que Dios está presente o ausente, pues comprende que Dios es el Creador tanto de la presencia como de la ausencia” 
 
Djalal al Din Rumi
 
Foto: “El hombre tiene tres estados: En el primero no adora a Dios y sólo se preocupa del mundo. Después adquiere algo de conocimiento, vuelve el rostro y solamente adora a Dios. Más adelante se calla y ya no dice que Dios está presente o ausente, pues comprende que Dios es el Creador tanto de la presencia como de la ausencia” Djalal al Din Rumi

CONCENTRACIÓN


Después de ganar varios concursos de arquería, el joven y jactancioso campeón retó a un maestro Zen que era reconocido por su destreza como arquero. El joven demostró una notable
técnica cuando le dio al ojo de un lejano toro en el primer intento, y luego partió esa flecha con el segundo tiro.
"Ahí está", le dijo al viejo, "¡a ver si puedes igualar eso!".
Inmutable, el maestro no desenfundo su arco, pero invitó al joven arquero a que lo siguiera hacia la montaña. Curioso sobre las intenciones del viejo, el campeón lo siguió hacia lo alto de
la montaña hasta que llegaron a un profundo abismo atravesado por un frágil y tembloroso tronco. Parado con calma en el medio del inestable y ciertamente peligroso puente, el viejo eligió como blanco un lejano árbol, desenfundó su arco, y disparó un tiro limpio y directo.
"Ahora es tu turno", dijo mientras se paraba graciosamente en tierra firme.
Contemplando con terror el abismo aparentemente sin fondo, el joven no pudo obligarse a subir al tronco, y menos a hacer el tiro. "Tienes mucha habilidad con el arco", dijo el maestro,
"pero tienes poca habilidad con la mente que te hace errar el tiro".
 
Foto: CONCENTRACIÓN

Después de ganar varios concursos de arquería, el joven y jactancioso campeón retó a un maestro Zen que era reconocido por su destreza como arquero. El joven demostró una notable 
técnica cuando le dio al ojo de un lejano toro en el primer intento, y luego partió esa flecha con el segundo tiro. 
"Ahí está", le dijo al viejo, "¡a ver si puedes igualar eso!". 
Inmutable, el maestro no desenfundo su arco, pero invitó al joven arquero a que lo siguiera hacia la montaña. Curioso sobre las intenciones del viejo, el campeón lo siguió hacia lo alto de 
la montaña hasta que llegaron a un profundo abismo atravesado por un frágil y tembloroso tronco. Parado con calma en el medio del inestable y ciertamente peligroso puente, el viejo eligió como blanco un lejano árbol, desenfundó su arco, y disparó un tiro limpio y directo. 
"Ahora es tu turno", dijo mientras se paraba graciosamente en tierra firme. 
Contemplando con terror el abismo aparentemente sin fondo, el joven no pudo obligarse a subir al tronco, y menos a hacer el tiro. "Tienes mucha habilidad con el arco", dijo el maestro, 
"pero tienes poca habilidad con la mente que te hace errar el tiro".

OMAR KHAYAM



"Aparte de esta lengua, tenemos otra lengua diferente,
aparte del infierno y del edén, tenemos otro sitio diferente;
viven por otra Alma los corazones libres,
esa perla preciosa de su ser es de otra mina diferente."
(Mevlana Jalaluddin Rumi)

Háblase de un Creador... que creó los seres para destruirlos.
¿Por qué los feos? ¿Por qué los hermosos? ¿Quién es de esto
responsable? No entiendo nada...

No marcha firme por el Camino el hombre que no recogió el
fruto de la Verdad. Si pudo arrebatarlo al árbol de la Ciencia
sabe que los días pasados y los días por venir en nada
difieren del alucinante día de la Creación.

Puesto que ignoras lo que te reserva el mañana, esfuérzate
por ser feliz hoy. Coge un cántaro de vino, siéntate a la luz de
la luna y bebe pensando en que mañana quizás la luna te
busque en vano.

Esta noche, o mañana, no existirás. Es éste el instante de
pedir un vino color de rosa. Insensato: ¿te comparas a un
tesoro y crees que los ladrones piensan violar tu tumba para
robar tu cadáver?

Tal aroma de vino emanará de mi tumba, que los transeúntes
se embriagarán. Tal serenidad rodeará mi fosa, que los
amantes no se podrán alejar.

¡Un poco más de vino, amada mía! Tus faces no tienen aún el
brillo de las rosas. ¡Un poco más de tristeza, Khayyám! Va a
sonreírte tu bienamada.

¡Cuán mísero el corazón que no sabe amar, que no puede
embriagarse de amor! Si no amas, ¿cómo podrás comprender
la luz enceguecedora del sol y la suave claridad lunar?

Derviche: ¡Despójate de esa veste estampada de que te
ufanas y que al nacer no trajiste! ¡Cúbrate el manto de la
pobreza! Te negarán el saludo los peregrinos, pero un coro
de serafines cantará en tu pecho.

Tenía sueño. La sabiduría me dijo: "Nunca las rosas de la
Felicidad perfumaron el sueño de nadie. En vez de
abandonarte a este hermano de la Muerte, ¡bebe vino!
¡Tienes la eternidad para dormir!"

Más allá de la Tierra, más allá del Infinito, buscaba yo el
Cielo y el Infierno. Pero una voz grave me dijo: "El Cielo y el
Infierno están en ti".

Somos el puente hacia el infinito, arqueado sobre el mar,
buscando aventuras para nuestro placer, viviendo misterios, eligiendo
desastres, triunfos, desafíos, apuestas imposibles, sometiéndonos a prueba una y otra vez aprendiendo el amor.
 

Foto: OMAR KHAYAM

"Aparte de esta lengua, tenemos otra lengua diferente,
aparte del infierno y del edén, tenemos otro sitio diferente;
viven por otra Alma los corazones libres,
esa perla preciosa de su ser es de otra mina diferente."
(Mevlana Jalaluddin Rumi)

Háblase de un Creador... que creó los seres para destruirlos.
¿Por qué los feos? ¿Por qué los hermosos? ¿Quién es de esto
responsable? No entiendo nada...

No marcha firme por el Camino el hombre que no recogió el
fruto de la Verdad. Si pudo arrebatarlo al árbol de la Ciencia
sabe que los días pasados y los días por venir en nada
difieren del alucinante día de la Creación.

Puesto que ignoras lo que te reserva el mañana, esfuérzate
por ser feliz hoy. Coge un cántaro de vino, siéntate a la luz de
la luna y bebe pensando en que mañana quizás la luna te
busque en vano.

Esta noche, o mañana, no existirás. Es éste el instante de
pedir un vino color de rosa. Insensato: ¿te comparas a un
tesoro y crees que los ladrones piensan violar tu tumba para
robar tu cadáver?

Tal aroma de vino emanará de mi tumba, que los transeúntes
se embriagarán. Tal serenidad rodeará mi fosa, que los
amantes no se podrán alejar.

¡Un poco más de vino, amada mía! Tus faces no tienen aún el
brillo de las rosas. ¡Un poco más de tristeza, Khayyám! Va a
sonreírte tu bienamada.

¡Cuán mísero el corazón que no sabe amar, que no puede
embriagarse de amor! Si no amas, ¿cómo podrás comprender
la luz enceguecedora del sol y la suave claridad lunar?

Derviche: ¡Despójate de esa veste estampada de que te
ufanas y que al nacer no trajiste! ¡Cúbrate el manto de la
pobreza! Te negarán el saludo los peregrinos, pero un coro
de serafines cantará en tu pecho.

Tenía sueño. La sabiduría me dijo: "Nunca las rosas de la
Felicidad perfumaron el sueño de nadie. En vez de
abandonarte a este hermano de la Muerte, ¡bebe vino!
¡Tienes la eternidad para dormir!"

Más allá de la Tierra, más allá del Infinito, buscaba yo el
Cielo y el Infierno. Pero una voz grave me dijo: "El Cielo y el
Infierno están en ti".

Somos el puente hacia el infinito, arqueado sobre el mar, 
buscando aventuras para nuestro placer, viviendo misterios, eligiendo
desastres, triunfos, desafíos, apuestas imposibles, sometiéndonos a prueba una y otra vez aprendiendo el amor.




LAS LLAVES DE LA FELICIDAD.




En una oscura y oculta dimensión del Universo se encontraban reunidos todos los grandes dioses de la antigüedad dispuestos a gastarle una gran broma al ser humano. En realidad, era la broma más importante de la vida sobre la Tierra.
Para llevar a cabo la gran broma, antes que nada, determinaron cuál sería el lugar que a los seres humanos les costaría más llegar. Una vez averiguado, depositarían allí las llaves de la felicidad.

-Las esconderemos en las profundidades de los océanos -decía uno de ellos-.
-Ni hablar -advirtió otro-. El ser humano avanzará en sus ingenios científicos y será capaz de encontrarlas sin problema.
-Podríamos esconderlas en el más profundo de los volcanes -dijo otro de los presentes-.
-No -replicó otro-. Igual que sería capaz de dominar las aguas, también sería capaz de dominar el fuego y las montañas.
-¿Y por qué no bajo las rocas más profundas y sólidas de la tierra? -dijo otro-.
-De ninguna manera -replicó un compañero-. No pasarán unos cuantos miles de años que el hombre podrá sondear los subsuelos y extraer todas las piedras y metales preciosos que desee.
-¡Ya lo tengo! -dijo uno que hasta entonces no había dicho nada-. Esconderemos las llaves en las nubes más altas del cielo.
-Tonterías -replicó otro de los presentes-. Todos sabemos que los humanos no tardarán mucho en volar. Al poco tiempo encontrarían las llaves de la Felicidad.

Un gran silencio se hizo en aquella reunión de dioses. Uno de los que destacaba por ser el más ingenioso, dijo con alegría y solemnidad:
-Esconderemos las llaves de la Felicidad en un lugar en que el hombre, por más que busque, tardará mucho, mucho tiempo de suponer o imaginar...
-¿Dónde?, ¿dónde?, ¿dónde? -preguntaban con insistencia y ansiosa curiosidad los que conocían la brillantez y lucidez de aquel dios-.
-El lugar del Universo que el hombre tardará más en mirar y en consecuencia tardará más en encontrar es: en el interior de su corazón.

Todos estuvieron de acuerdo. Concluyó la reunión de dioses. Las llaves de la Felicidad se esconderían dentro del corazón de cada hombre.
 
Foto: CUENTOS ZEN
LAS LLAVES DE LA FELICIDAD.

En una oscura y oculta dimensión del Universo se encontraban reunidos todos los grandes dioses de la antigüedad dispuestos a gastarle una gran broma al ser humano. En realidad, era la broma más importante de la vida sobre la Tierra.
Para llevar a cabo la gran broma, antes que nada, determinaron cuál sería el lugar que a los seres humanos les costaría más llegar. Una vez averiguado, depositarían allí las llaves de la felicidad.

-Las esconderemos en las profundidades de los océanos -decía uno de ellos-.
-Ni hablar -advirtió otro-. El ser humano avanzará en sus ingenios científicos y será capaz de encontrarlas sin problema.
-Podríamos esconderlas en el más profundo de los volcanes -dijo otro de los presentes-.
-No -replicó otro-. Igual que sería capaz de dominar las aguas, también sería capaz de dominar el fuego y las montañas.
-¿Y por qué no bajo las rocas más profundas y sólidas de la tierra? -dijo otro-.
-De ninguna manera -replicó un compañero-. No pasarán unos cuantos miles de años que el hombre podrá sondear los subsuelos y extraer todas las piedras y metales preciosos que desee.
-¡Ya lo tengo! -dijo uno que hasta entonces no había dicho nada-. Esconderemos las llaves en las nubes más altas del cielo.
-Tonterías -replicó otro de los presentes-. Todos sabemos que los humanos no tardarán mucho en volar. Al poco tiempo encontrarían las llaves de la Felicidad.

Un gran silencio se hizo en aquella reunión de dioses. Uno de los que destacaba por ser el más ingenioso, dijo con alegría y solemnidad:
-Esconderemos las llaves de la Felicidad en un lugar en que el hombre, por más que busque, tardará mucho, mucho tiempo de suponer o imaginar...
-¿Dónde?, ¿dónde?, ¿dónde? -preguntaban con insistencia y ansiosa curiosidad los que conocían la brillantez y lucidez de aquel dios-.
-El lugar del Universo que el hombre tardará más en mirar y en consecuencia tardará más en encontrar es: en el interior de su corazón.

Todos estuvieron de acuerdo. Concluyó la reunión de dioses. Las llaves de la Felicidad se esconderían dentro del corazón de cada hombre.



DE LA SABIDURÍA DEL TAO



La Riqueza y lo Valioso

Treinta radios se unen en el centro;
Gracias al agujero podemos usar la rueda.
El barro se modela en forma de vasija;
Gracias al hueco puede usarse la copa.
Se levantan muros en toda la tierra;
Gracias a la puertas se puede usar la casa.
Así pues, la riqueza proviene de lo que existe,
Pero lo valioso proviene de lo que no existe.


Cuento Sufí: JAINA




Un día, Jaina, el hijo del rey Soroy, se despertó y se dio cuenta que quería gobernar. Así que fue donde su padre, el Rey, y le dijo “Padre, quiero gobernar, ya he crecido lo suficiente y creo que ya es tiempo que me des unas tierras para gobernarlas y así prepararme para algún día gobernar tu reino.
El padre lo miró fijamente y le dijo: “Primero debes hacer algo... anda al bosque y escucha, y cuando hayas escuchado... ven.”
Y así, a la mañana siguiente Jaina fue temprano al bosque. Al caer la tarde se presentó ante su padre y dijo: “Padre, he escuchado todo el día el canto de los distintos pájaros del bosque. Ha sido una experiencia muy enriquecedora.”
El padre lo miró fijamente y le dijo: “Todavía no has escuchado bien. Regresa al bosque y escucha, y cuando hayas escuchado... ven.”
Al día siguiente, Jaina se dirigió nuevamente al bosque y, esta vez, se quedó a pasar la noche.
Cuando se presentó ante el rey le dijo: “Padre, he escuchado además de los pájaros, a los distintos tipos de animales que habitan en el bosque, los he escuchado gritar, cazar, comer, aparearse y dormir.”


El rey le puso la mano sobre el hombro y le dijo: “Hijo, todavía no has escuchado bien.
Regresa al bosque y escucha, y cuando hayas escuchado... ven.”
Y así, Jaina partió una vez más al bosque. Y pasaron muchas horas y Jaina no volvía..., la corte entera se preocupó menos el rey quien permanecía tranquilo. Pasaron los días y Jaina no volvía..., Todo el reino lloraba la desaparición del príncipe menos el rey quien permanecía tranquilo. Pasaron los meses y ya nadie pensaba en Jaina.
Un día, por las inmediaciones del palacio, vieron acercarse a un hombre vestido como un mendigo, estaba descalzo, con el pelo largo y enredado. El hombre fue directamente al palacio y dijo: “Vengo a ver al rey.” El rey, al enterarse de aquella extraña visita ordenó que lo dejen pasar. Detrás de aquellos cabellos enmarañados el rey vio el brillo de la mirada de su hijo y le dijo “Hijo... que has escuchado?”
He escuchado el temblor de los pétalos antes de florecer, el crujir de la tierra ante los primeros rayos del sol, el murmullo de las hormigas al ponerse de acuerdo sin ponerse de acuerdo...”.
“Es suficiente, interrumpió el rey. Ahora que sabes escuchar lo que no se oye, sabrás escuchar las necesidades de tu pueblo. Anda ve y gobierna...



martes, 18 de noviembre de 2014

Amma

"Cuando tropieces y caigas, no te quedes ahí parado, sin hacer esfuerzo alguno. Recuerda tu meta, levántate y sigue adelante. Nunca aceptes la derrota." Amma
 
 

Alejandro Jodorowsky

Alejandro Jodorowsky

Cesa de juntarte con gente que te come el tiempo y te destruye. Júntate con gente que te desarrolla la conciencia y te da el deseo de vivir.
 
Es posible que un problema no tenga solución. Una dificultad siempre tendrá solución. Convierte tus problemas en dificultades.
 
La curación comienza por la aceptación de la enfermedad y su transformación en una aliada de la Conciencia.
 
Dentro del ser, como en una muñeca rusa, hay infinidad de seres. La individualidad es una ilusión. Yo, es un grupo.
 
 

lunes, 17 de noviembre de 2014

Loco:

Dhun`Nun tenía un comportamiento que la gente corriente consideraba propio de un loco, y lo recluyeron en un manicomio.
Algunos amigos suyos fueron al manicomio para ver cómo estaba.
Les parecía que quizás hubiera estado comportándose así de manera intencionada, para que la gente aprendiera de él.
Cuando los vio, les gritó, les preguntó quiénes eran y les amenazó.
Le explicaron que eran sus amigos y que habían venido a interesarse por su bienestar y a manifestar que no creían que estuviera loco de verdad.
Dhun´Nun les tiró palos y piedras, y ellos huyeron de su locura, pues por tal la tomaron.
Entonces Dhun´Nun se rio y explicó:
- Creían haber entendido que solo me estaba haciendo pasar por loco; pero en cuanto me ven hacer el loco, se imaginan que lo estoy.

lunes, 3 de noviembre de 2014

Crear misterio en las enseñanzas:

Talib dijo:
- Los que no saben nada, o conocen muy poco y deberían estar estudiando en lugar de enseñando, tienden a crear un aire de misterio. Pueden fomentar rumores sobre ellos mismos y pretender que hacen cosas por alguna secreta razón. Ellos siempre están intentando fomentar el sentido de misterio.
pero esto es un misterio por sí mismo, no como una manifestación externa del conocimiento interno.
La gente que realmente conoce los secretos internos suele parecer y comportarse como persona normal.
Así, aquellos que fomentan el aire de misterio pueden ser como la tela de la araña: solo cazan moscas. ¿Eres tú, como la mosca, el banquete de una araña?.

¿Cómo actuar?

Le preguntaron a Halqavi:
- ¿Qué actitud has adoptado durante tu vida hacia la gente que has encontrado, para determinar sus cualidades?
Él respondió:
- Generalmente he actuado de forma sumisa y humilde. Aquellos que se volvían agresivos en respuesta a mi humildad, los evitaba tan pronto como podía, aquellos que me respetaban a causa de la humildad de mi apariencia, los rehuía con la misma rapidez.