lunes, 20 de abril de 2015

Maurice Nicoll



Ordinariamente se acepta la expresión de emociones negativas como una cosa completamente natural y hasta necesaria. Con frecuencia la gente la llama “sinceridad”.

Naturalmente, eso nada tiene que ver con la sinceridad; es simplemente un signo de debilidad en el Ser humano, un signo de mal carácter y de impotencia para guardar para sí sus propios agravios.

El hombre lo comprende cuando se esfuerza por OPONERSE a sus emociones negativas. Y es para él una nueva lección.


Ve que no basta observar las manifestaciones mecánicas; además es necesario RESISTIR a ellas, porque si no se las resiste NO SE LAS PUEDE OBSERVAR.