martes, 26 de febrero de 2013

La institución de la enseñanza y el aprendizaje

P: He resuelto dedicarme a la tarea de buscar el conocimiento, y estoy resuelto a tener éxito. Cualesquiera sean los sacrificios y problemas que esto pueda implicar; leeré todos los libros, llevaré a cabo todos los ejercicios, viajaré a cualquier lugar que sea necesario, hasta que alcance mi meta. ¿Hay algo de malo en esto?

R: Existe una historia sufi acerca de un rey que se prepara para partir a la guerra. Estaba acompañado por todo lo necesario, desde oro hasta armas, desde fieros guerreros hasta bandas militares. Ningún detalle de la empresa se había olvidado. En el camino se encontró con un derviche, un débil y pobre errante que sin embargo era un hombre sabio, con la reputación de conocer el lenguaje de los pájaros.
El derviche le dijo al rey:
- Conozco el lenguaje de los pájaros, y lo que están diciendo acerca de vuestra majestad.
- ¿Están ellos complacidos de mi resolución de seguir este rumbo y tener éxito?- pregunto el rey. - Están encantados majestad, - dijo el derviche – ya que dicen:”este rey destruirá tantas ciudades que para el resto de nuestros días tendremos abundantes lugares para anidar entre los edificios derruidos”.

Esta es la respuesta a tu pregunta: puedes llegar a una meta por los métodos que mencionas. Por lo que respecta al efecto que esto tendrá en otros, y cual será tu propio destino, no se ha tenido cuenta en el esquema. Es por esto por lo que tenemos la institución de la enseñanza y el aprendizaje: para que la gente no sólo avance en el camino, sino que lo haga de un modo que sea ventajoso para todo y todos los que se encuentran implicados.

jueves, 21 de febrero de 2013

Mudras



Mudra significa gesto. Los mudras son los gestos corporales que se utilizan especialmente en el Hatha-Yoga, pero que también es utilizado en otros tipos de meditación.

Estos gestos son muy importantes porque nos permiten canalizar adecuadamente la energía a través de nuestro cuerpo así como facilitar la consecución de numerosos objetivos como la elevación espiritual, la sanación física y la sanación emocional.

Su origen no está muy claro, aunque en el mundo occidental los conocemos gracias al mundo oriental que nos los trae como consecuencia de la introducción de sus doctrinas e ideologías.

Hay mudras muy completos que implican a todo el cuerpo, pero también hay mudras muy sencillos e igualmente poderosos que sólo requieren de nuestras manos para alcanzar nuestros objetivos.

Para practicar estos mudras no es necesaria una gran habilidad, sino bastante práctica, especialmente con aquellos que son muy complicados. Los dedos se van uniendo entre sí de maneras muy diversas y con presiones muy diversas donde a veces sólo es necesario un leve roce y otras se necesita una gran presión.

Debido a la diferente cualidad de cada uno de ellos, es recomendable utilizarlos durante un tiempo determinado que suele ir de 3 a 45 minutos y generalmente es conveniente realizarlos una vez al día como mínimo.

Es importante tener en cuenta en el caso de utilizarlos para la sanación física, que no hacen milagros, sino que su cometido es apoyar al tratamiento que estemos utilizando para sanar, haciendo que sea más eficaz y que la enfermedad sane con mayor prontitud.


En las manos, al igual que en los pies, están reflejos todos nuestros puntos corporales y por ello las diferentes posiciones ayudan a desbloquear aquellos que estén inarmónicos:

1.  Dedo pulgar: representa al elemento fuego y su cometido energético es equilibrar las energías del cuerpo nutriendo cuando debe alimentarse y destruyendo cuando debe eliminarse. Además en él reside nuestra conciencia divina.

2. Dedo índice: representa al elemento aire y su cometido es proveernos de la capacidad de crear y de pensar. Este dedo nos trae las inspiraciones divinas. En él radican nuestros diferentes estados de ánimo. Tiene asignado el cuarto chakra.

3. Dedo medio: representa al elemento éter y su cometido es proveernos de la energía necesaria para actuar y vivir en armonía con el mundo espiritual que tienes a tu alcance. Tiene asignado el quinto chakra.

4. Dedo anular: representa al elemento tierra y su cometido es proveernos de la fuerza necesaria para defendernos y luchar por lo que es nuestro, así como del equilibrio interior para afrontar cualquier situación. Tiene asignado el primer chakra.

5. Dedo meñique: representa al elemento agua y su cometido es proveernos de la posibilidad de interactuar con otros seres humanos en la sociedad. Es el que nos permite relacionarnos correctamente. Se encarga de trabajar nuestras emociones. Tiene asignado el segundo chakra.

Maestro sufi

Un gran número de personas abordan a un maestro sufi, buscando convertirse en sus discípulos. A cada uno le dio una caja y una llave, con instrucciones de no abrir la caja y devolvérsela al día siguiente.
Cuando regresaron, el maestro abrió las cajas y encontró que la mayoría de ellas estaban vacías. Cada una había contenido un pájaro, que salio volando y no pudo volver a ser capturado cuando el aspirante a discípulo incapaz de contenerse, había intentado atisbar.
Se relata que, cuando tuvieron que enfrentarse con este hecho, pocos aspirante estuvieron de acuerdo. Algunos dijeron que no era una prueba imparcial; otros protestaron que era cruel encerrar a pájaros en cajas; y otros dijeron que su caja en particular, por una omisión, no contenía pájaro alguno.
- Estas explicaciones y disculpas – dijo el maestro a todos – son tan importante y reveladoras como la moderación de los candidatos afortunados, ya que nos enseñaran algo a todos nosotros.

lunes, 18 de febrero de 2013

El método del Té

El principio del Té es la difusión. Este blog pretende ser "una buena bolsa de té", de forma que lo difunda armoniosamente y que pueda dar cariño, consuelo, estimulo y ayuda a las personas que lo lean.

http://elmetododelte.blogspot.com.es/

miércoles, 13 de febrero de 2013

Mimetismo.

Una de las cosas más comunes en la vida es imitar. La gente imita a reyes o sabios, según sean presuntuosos o de mentalidad espiritual (como ellos lo denominan). La gente aplaude o se mofa del acto, en vez de observar el factor común: mimetismo.
Mimetismo es intentar parecer como alguien o algo más.
Pero ¿qué hay acerca de parecer, sentir y ser como uno mismo?
Un hombre sabio dijo una vez:
-En la siguiente vida, no se te preguntará: “¿por qué no te comportaste como tal y tal persona?”. Se te preguntará: “¿Por qué no te comportaste según tu propia identidad?”.
- Si sabes quién y qué eres, puedes comenzar a ser esa persona, en vez de una copia de las ideas, el comportamiento o la imagen de alguien o de un grupo de personas. Entonces puedes realmente ser.

martes, 12 de febrero de 2013

Cuento del cachorro que sollozaba


Érase una vez un hombre que quería engañar a una mujer para que creyese que cierto perro era la reencarnación de su anterior esposo, de tal modo que pudiese vendérselo y sacar un gran provecho de lo que era un perro mestizo sin valor.
De modo que todos los días durante varias semanas, alimento al cachorro con un pan untado con mostaza cada vez que sentía hambre. Naturalmente esto provocaba lágrimas en los ojos del perro.
Entonces fue a ver a la mujer y le dijo que simplemente le tenía que vender el animal, ya que había tenido una visión de que se trataba de su esposo muerto bajo otra apariencia.
Ante las dudas de la mujer, le dijo:
-Hagamos una prueba, ya que no es necesario que me crea sin ver algo con sus propios ojos. ¿Recuerda que usted solía alimentar a su querido esposo y que a él le gustaba su comida?
Hagamos que lo recuerde. Traiga un trozo de pan, ofrézcalo al perro y, si muestra un interés insólito, sabrá que lo que le digo es verdad.
La mujer trajo el mendrugo de pan y se lo ofreció al cachorro, quien en vez de engullirlo, la miró con ojos de reproche, llenos de lagrimas.
De modo que ella compro el perro y lo cuidó exquisitamente, y nada pudo convencerla de que no se trataba de su esposo: ¿acaso no había tenido prueba de ello?


Aquí se pone de relieve la necesidad de que la gente identifique su flujo y reflujo emocional, y que llegue a comprenderlo, de modo que lo dirijan, y no que sean las emociones las que les conducen a ellos. La gente, por supuesto, dice que ya que la emoción les mueve, este es el único modo como pueden funcionar. Aquellos que la idolatran hasta llegan a imaginar que seria una “pérdida” si no se abatiese sobre ellos de modo inconsciente. Esto, por supuesto, no les impide usar la emoción si pueden…

domingo, 3 de febrero de 2013

Mi cuento favorito

La tarta de albaricoque




Había una vez, una anciana que había sido famosa durante 30 años por el sabor delicioso de sus tartas de albaricoque. Todo el mundo en kilómetros a la redonda había oído hablar de las tartas y las comían cuando tenían la ocasión. En el curso de los años, cientos de personas la asediaron pidiendo la receta.
Ella continuó haciendo las tartas todos los años durante la estación de la fruta de hueso; distribuía las tartas a diestro y siniestro, pero no le decía a nadie la receta.

Un día, temiendo que la mujer muriera sin haber transmitido el secreto, un hombre rico – quien también tenía algo de avaro al tiempo que amante de las tartas de albaricoque - ofreció una recompensa de cien monedad de oro por el secreto.
No pudo encontrar a nadie que cocinase tartas como la anciana, aunque una multitud de gente solicitase la recompensa, pretendiendo que podía hacerlo. Finalmente, sin embargo, se sorprendió al encontrar a la mujer a su puerta, ofreciendo vender la receta.
- Pensé que nunca se la dirías a nadie – balbuceó el hombre rico.
- Ah, pero primero quería encontrar un signo de sinceridad –dijo la anciana.
- Pero ¿cómo sabes que soy sincero? – preguntó el avaro.
- Tú-dijo la anciana- eres un hombre que ama el oro. Que estés dispuesto a desprenderte de una parte de él, y no digamos cien monedas de oro, muestra, al menos mediante tu propio patrón, que eres sincero. Esto es lo más cercano a la sinceridad que, según parece, podemos llegar en esta región. De modo que te daré el secreto.
El hombre rico se sentía encantado, tomó un lápiz y un trozo de papel y pidió a la mujer que dictase.
- No necesitaras lápiz y papel –dijo ella- ya que no hay mucho que decir. Recojo albaricoques gratis, de los árboles de gente caritativa. Luego añado agua y un poco de miel; y eso es todo lo que hay.
- ¡Pero así es como todos los demás hacen tarta de albaricoque! –exclamó el hombre-- Ciertamente no te voy a dar cien monedas de oro por decirme eso.
- Tómalo o déjalo- dijo la mujer.
- No tiene sentido alguno – dijo el avaro-, pero si el secreto no está en los ingredientes, debe encontrarse en la costra de la tarta. ¿Cómo la haces?
La mujer sonrió.
- No la hago en modo alguno. Me acerco al panadero de la villa y le pido algo de la masa pastelera que le haya cobrado, cubro el plato con la pasta y le pido que lo ponga en su horno junto con el pan que hornea, y así es como se hace.
- Pero debe de haber algo especial en las tartas- dijo el hombre-, y quiero descubrir lo que es.
- Muy bien – dijo ella-, sígueme y haz lo que hago y veremos cómo te las arreglas. Veremos si sabes lo que es una receta.

Fueron juntos de excursión por las huertas locales de albaricoqueros. La anciana, como es costumbre es esas partes, fue admitida libremente, mientras que el avaro tuvo que pagar una moneda de cobre antes de que se admitiese recoger tantos albaricoques como desease.
Llevaron los platos al panadero, e hicieron que les pusiese pare de la masa pastelera que le sobraba encima de las tartas. Luego se dedicaron a esperar hasta que éstas estuvieron listas.
Cando las tartas estuvieron horneadas y se enfriaron, las probaron. La tarta de la anciana era deliciosa. Pero la tarta hecha con la fruta escogida por el avaro era en verdad muy ordinaria.
Él meneó el cabeza, perplejo, y luego comenzó a injuriar a la mujer, la llamó impostora por haber introducido algún ingrediente secreto, luego necia por no transmitir el secreto, y finalmente la tachó de bruja en contacto con poderes malignos.
Una vez el hombre se quedó exhausto y se sentó en un banco en el exterior de la panadería, la anciana sonrió una vez más.
- Después de tus resoplidos y tu enojo, tras tus aires de superioridad y confianza en el dinero, tras todo ese absurdo arraigado en el desengaño de falsas esperanzas – dijo ella – te diré dónde te has equivocado.
“Como sabes, a las personas pobres se les permite recoger tanta fruta como deseen en nuestros huertos. En reconocimiento a esto, nunca he tomado la fruta madura y perfecta para mis tartas ya que granjero tiene el derecho a conservar la mejor fruta, de modo que pueda venderla para mantener a su familia. Así que siempre he recogido los albaricoques que no estaban maduros y los demasiado maduros, mezclándolos para mis tartas. Este es el secreto de su maravilloso sabor. Tú, por tu parte, codicias tanto la perfección y la ganancia que, como todos los demás que han buscado mi secreto, tomas siempre la fruta más atractiva. El resultado fueron tartas de albaricoque ordinarias.”

Con estas palabras guardó la bolsa de monedas de oro en su cinturón y siguió su camino.

La codicia, la ansiedad y la compulsión por comparar las enseñanzas sufis con suposiciones anteriores, visible en las reacciones de muchos estudiantes, originan insuficiencias de todo tipo, levantan barreras a la comprensión y ciegan a la gente respecto a cosas que son perfectamente obvias para quienes abordan las enseñanzas de una manera sencilla.