miércoles, 5 de diciembre de 2012

Un amante que visitaba a su amada sacó los poemas que le había escrito y se los leyó por extenso. Los versos trataban de lo que pensaba de ella y de las sensaciones que le producía su atractivo y su belleza.
La dama le dijo:
- Estas aquí, conmigo, y puedes percibir mis cualidades directamente, pero te empeñas en expresar emociones que te representan a ti y no a mi.

"No soy tu objeto: el objeto de tus propios afectos eres tú mismo.
 Tú te interpones entre ti mismo y yo". 

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