sábado, 29 de marzo de 2014

Alejandro Jodorowsky: Todos Los Dichos De Mi Abuelo


 Decía mi abuelo: “Da que pensar: En este mundo redondo, el que no sabe nadar, se va al fondo”.

Decía mi abuelo: “Si una persona te dice burro, no le creas. Pero si dos te dicen burro, comienza a rebuznar”.

Decía mi abuelo: “Un enemigo inteligente es mejor que un amigo tonto”.

Me decía mi abuelo: “El amor es tuerto, el odio es ciego”.

Decí...a mi abuelo: “Alégrate si tropiezas y caes, en el suelo tu mano puede encontrar un diamante”.

Decía mi abuelo: “Le dan a sus ovejas un lobo como pastor, y después se quejan”.

Decía mi abuelo: “Ni nadie es bueno para todo, ni nadie sirve para nada”.

Decía mi abuelo: “Una piedra que te lanza un amigo es una manzana”.

Decía mi abuelo: “No te fíes de las apariencias: el tuerto, aunque sólo tiene un ojo, de todas maneras llora”.

Decía mi abuelo: “Demasiada humildad es orgullo”.

Decía mi abuelo: “Lo que no estás obligado de decir, cállalo”.

Decía mi abuelo: “No puedes impedir que el ave de la tristeza vuele sobre tu cabeza, pero puedes impedir que anide en tus cabellos”.

Decía mi abuelo: “Si no eres rey, acepta ser semilla”.

Decía mi abuelo: “El corazón del político está en su lengua. La lengua del pueblo está en su corazón”.

Decía mi abuelo: “Más que al fin del mundo le temo al fin de mes”.

Decía mi abuelo: “Si das dos granos de trigo a un pájaro, él se come uno, y Dios hace una espiga del otro”.

Dijo mi abuelo: “No se pueden partir nueces con un plátano maduro”.

Dijo mi abuelo: “Si te sientes muy importante, mete un dedo en el mar, retíralo y mira el hoyo que deja”.

Decía mi abuelo: “Si tu prójimo es pequeño, inclínate hacia él”.

Decía mi abuelo: “El buey es lento, pero la tierra tiene toda la paciencia del mundo”.

Dijo mi abuelo: “Dios me hizo jardinero porque sabe que en un jardín la mitad del trabajo la haces de rodillas”.

Me decía mi abuelo: “Si enciendes tu vela, con ella puedes encender la de muchos otros”.

Decía mi abuelo: “He visto a un hombre crear una fortuna. Nunca he visto a una fortuna crear un hombre”.

Decía mi abuelo: “Masca antes de tragar. Escucha antes de hablar”.

Decía mi abuelo: “No digas que el alma no existe. El pozo no es demasiado profundo, la cuerda es la que es corta”.

Decía mi abuelo: “Los ceniceros y los ricos, mientras más llenos más sucios”.

Decía mi abuelo: “Persevera. Un solo hachazo a cada árbol y ninguno cae”.

Decía mi abuelo: “Cree en una nueva primavera y siembra en invierno”.

Decía mi abuelo: “Una sola mano sin la otra, haga lo que haga, no logrará desatar un doble nudo”.

Decía mi abuelo: “Es bueno ser santo pero no tonto: por exceso de dulzura te comen las moscas”.

Decía mi abuelo: “Que el dinero sea tu esclavo, pero tú no seas esclavo del dinero que no tienes”.

Decía mi abuelo: “Aunque tengas vacíos los bolsillos, mantén tu espalda recta”.

Dijo mi abuelo: “Las mujeres recuerdan a los hombres que las hicieron reír. Los hombres recuerdan a las mujeres que los hicieron llorar”.

Decía mi abuelo: “A donde el corazón se inclina, el pie camina”.

Decía mi abuelo: “No ates a un perro con un collar de salchichas”.

Decía mi abuelo: “¿De que te sirve que el mundo sea ancho si tus zapatos son estrechos?”.

Decía mi abuelo: “Más vale un pequeño fuego que te calienta que un gran fuego que te quema”.

Decía mi abuelo: “El hombre es capaz de lo mejor como de lo peor. Pero es en lo peor donde es mejor”.

Decía mi abuelo: “Si vives en el desierto no es un mérito jurar que nunca comerás pescado”.

Decía mi abuelo: “Quien sólo hace lo que quiere, encuentra lo que no quiere”.

Decía mi abuelo: “Si comes cerezas con un poderoso te expones a que te escupa los huesos en la cara”.

Dijo mi abuelo: “Si no eres valiente, fortifica tus piernas”.

Dijo mi abuelo: “Sólo cuando el gato está ahíto dice que el culo de la rata hiede”.

Cada vez que leía el diario, mi abuelo decía: “Aquí un solo árbol que cae hace más ruido que todo un bosque que crece”.

Decía mi abuelo: “¡Así es la vida, siete veces abajo, ocho veces arriba!”.

Decía mi abuelo: “Si no aceptas maestros, el tiempo será tu maestro”.

Dijo mi abuelo: “Mi sueño es morir joven a una edad muy avanzada”.

Decía mi abuelo: “¡Qué agradable es no hacer nada cuando todo se agita alrededor de ti!”.

Decía mi abuelo: “La miel es una cosa, el precio de la miel es otra”.

Dijo mi abuelo: “Si vives en un desierto de arena, no le pidas a Dios que te permita criar peces”.

Decía mi abuelo: "Selecciona tus amistades: cuando se deja la reja abierta, los puercos pisotean las flores".

Dijo mi abuelo: “Paga tus deudas morales. No puedes marchar mirando las estrellas si tienes una piedra en tu zapato".

Decía mi abuelo: “Quien sólo hace lo que quiere, encuentra lo que no quiere".

Decía mi abuelo: "Pon atención. Si robas, pecas una vez. Si te roban, pecas diez veces".

Decía mi abuelo: "Los jóvenes que se creen santos, más tarde se convierten en demonios viejos".

Dijo mi abuelo: “La naturaleza nos ha dado una lengua y dos orejas, para que escuchemos el doble de lo que decimos".

Dijo mi abuelo: "Por más que estrujes la ubre una vaca, no saldrá de ella un libro sobre la pasteurización".

Decía mi abuelo: "Cuidado: tus muchos y tus pocos te dañan el alma".

Dijo mi abuelo: "Si das, olvídalo. Si te dan, recuérdalo siempre".

Me dijo mi abuelo: “Vive como si fueras a morir mañana, estudia como si fueras a vivir siempre".

Dijo mi abuelo: "El que confiesa su ignorancia la muestra una vez, el que trata de ocultarla la muestra varias veces".

Dijo mi abuelo: “Quien quiere hacer algo encuentra un medio. Quien no quiere hacer nada encuentra una excusa".

Dijo mi abuelo: "Para hacer algo bien, mil días no son suficientes, Para hacer algo mal, basta un solo día".

Me dijo mi abuelo: “Si quieres obtener todo de ella, no le exijas nada".

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