sábado, 29 de marzo de 2014

Dulce humildad:


El diablo, transformado en ángel de luz, se apareció a uno de los hermanos Franciscanos del desierto y le dijo: - Soy el ángel Gabriel y me ha enviado a ti el Todopoderoso - Pero el monje replicó: - Piénsalo bien. Seguramente has sido enviado a otro. Yo no he hecho nada que merezca la visita de un ángel - Con lo cual, el diablo, pillado en su treta por la dulce humildad del monje, se esfumó y jamás volvió a acercarse a él.

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