sábado, 12 de octubre de 2013

Bonita historia de un Santo andaluz.



Talal Nafaz fue recibido con gran honor en la Corte de Córdoba. Su reputación era conocida allí desde hacia muchos años: cortesanos y emires pugnaban unos con otros para hablar bien de él.
Cierto erudito, sin embargo, le hizo una pregunta:
- He leído sus libros y me pregunto por que tanto de ellos esta dirigido hacia los estupidos, y tan poco hacia los sabios.
Talal dijo:
- La mayor parte de ello está dirigido hacia la gente como tú.
Esa noche estaba cenando en casa del Gran Cadi (juez), el cual comentó con delicadeza:
- Cierta robustez de expresión aquí en Córdoba puede provocar que aquellos que están bien dispuestos, pero son sensitivos, cambien su actitud hacia un recién llegado.
El Sufi dijo:
- Aquellos que han observado que tal sensitividad, al ser afectada por la sinceridad, produce hostilidad, han aprendido que tal cambio es meramente un cambio de opinión.
“Estoy aquí para demostrar que un cambio de opinión de por sí no es un cambio de comprensión. La opinión está construida sobre la arena. El conocimiento esta construido sobre roca. Si un hombre sólo está convencido de que soy bueno, puede ser tan estupido como el que esté convencido de que soy malo.
“La convicción, lejos de estar basada en la razón, es el enemigo de la razón, porque la racionalidad no cambia, mientras las convicciones cambian constantemente”.

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