miércoles, 3 de octubre de 2012

Nasrudín calentaba miel en el fuego, cuando un amigo llegó a visitarlo. La miel comenzó a hervir y Nasrudín le pasó una taza para que bebiera un poco. Estaba tan caliente, que el amigo se quemó.

-“¡Haz algo!”, exclamó el visitante.

Entonces Nasrudín tomó un abanico y lo agitó por encima de la olla con el propósito de enfriar la miel”.

La causa del sufrimiento está dentro. El exterior, lo único que hace es activarla. Cuando algo duele, pretendemos cambiar las cosas fuera. Cambiar de trabajo, cambiar de pareja, cambiar de ciudad, es decir, queremos enfriar la olla cuando la verdadera solución es enfriar nuestro interior. Y la manera de hacerlo, es encontrar la causa del sufrimiento en uno mismo.


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